Ya han pasado más de dos meses pero tengo presente a un grupo de neuronas pegando chisporretazos en el hipocampo cerebral que están calentando constantemente al resto. Me hacen recordar cómo llego aquel momento tan ansiado. El pistoletazo de salida del pasado carnaval 2014. Por fin me quede en calzoncillos, me mire frente al espejo, clave mi mirada encima de la cama y había un camisón blanco impoluto, un pañuelo que parecía un mantel de cocina de cuadraditos de los que se usan para un picnic en el campo, unos tubos de plástico de la eléctrica de Pedro, unas gafas de Sol para que nadie me retara en la mirada, un reloj para marcar el tic-tac de muchos momentos de jolgorio, unos zapatos inmaculados por la cultura China, unas cadenas de bolsos y una bisutería de oro de la que cago el moro que con algodón aladdin se hubiera convertido en plata....El disfraz encajo en mi tan bien como los anillos en mis dedos y lo supe en ese instante. Me casaba una vez más con el delirio febreril embaucador. La babilla resbalaba desde mi boca, se convertía en un fertilizante salival y mi barba germinaba explosivamente por segundos. Mi lengua mutaba y dejaba escapar letras de yo que se que idioma, supongo que árabe, mi tez se tostaba, mi mano derecha acariciaba mi vello facial, mi ceja derecha se alzaba, mi mirada se crecía y un ímpetu atronador como un purasangre en el cajón a la salida de una carrera me incitaba a marchar a una mezquita. Sentí que el mismísimo Kafka tenía que haber estado allí para ver mi metamorfosis. Seguramente hubiese preferido convertirse en JEQUE y no en insecto. Sali de mi casa, mire la Luna, suspire.... Y una hermosa taquicardia asomo chocando contra mi pecho haciendo tambaler el collar que portaba. Los golpes eran con un compás sordo, ritmico y rápido. Me dirigi a nuestro templo de rezos tarareando unas letras intercaladas de " jalalaja, gamala, salajaja" y cuando aligere el paso, otra arritmia más con tonos de platillo se sumó a la anterior colandose en mis entrañas. Mi paso era enérgico y mi corazón latía con un ritmo hasta la fecha desconocido para la medicina. Me atreví a denominarla la FIBRILACION AURICULAR del 3x4. Yo solo sabía que tenía una cura, y esta no era ni con pastillas ni con electrochoque.... Mi mente enloquecía, se inmolaba, Ala disfrazado de Momo me incitaba al furor del momento y me empujaba a reunirme con mis compañeros, los JEQUES, el carnaval comenzaba y la ilusión me poseía....Ese fue el inicio de semanas de rezos,de ritos, de devoción, de ramadán, de puestas de Sol, de llegadas de Luna, de llegadas de Sol y de idas de Luna y de cabezas....risas, lloros, miradas, abrazos, besos,,, y muchos, pero que muchos, tacos de billetes. Iluso de mi, yo intentando comprar a la gente y resulta que cada vez que restregaba "los dineros" por los hocicos de los presentes, más me daba cuenta que era yo quien le poseía a alguien. Al Dios que que me lanzaba al frenesí de cada Febrero. Como siempre el tiempo irremediablente marcó sentencia y el carnaval término. Pienso que lo que llega y se va es lo que realmente despierta emociones. Lo que vence al tiempo infinitamente es monótono y se convierte en cansino. Fui JEQUE ÁRABE, lo disfrute, lo compartí, llego, se fue y por eso está en mi ocupando un sitio privilegiado de mi masa encefálica y ese recuerdo sólo queda en el lugar que se merece, en unas pocas neuronas que se excitan cuando yo las reclamo. Y en estos momentos esperando que un futuro otras se pongan electricas con el recuerdo de otro carnaval.... Nos vemos grupo.
El moro Hassan
FABULOSA ENTRADA AMIGO!!! ... te has salido ... benditas guardias hospitalarias!!
ResponderEliminarpues sí Paquito, de gran categoría… se agradece la colaboración, y si es con cosas como esta pues mucho más...
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